Éste es el slogan que Nike lanza para su zapatilla más emblemática en el mundo del atletismo. Su carta de presentación no es mala, incluso se podría hablar de la mejor, pues es la zapatilla de running más vendida en toda la historia. Y es que la versión que hoy presentamos, la número 33, no está al alcance de ningún modelo más que de la Nike Pegasus. Si ninguna de sus 32 ediciones anteriores ha caído en tus manos es que no has disfrutado de una carrera en todas sus expresiones. Más ligera (290 gramos para hombre -10USA- y 244 -8USA-para mujer), más reactiva y con un mejor ajuste, así es la nueva versión de este clásico de Nike que también destaca por su firmeza y por hacer de cada carrera una experiencia inolvidable.
Esta zapatilla neutra de entrenamiento es una de esas “especies raras” que combina protección con velocidad, una categoría de zapatillas muy versátiles que harán las delicias de aquéllos que quieran una zapatilla guerrera pero firme con independencia del peso. Nike no sigue tan al pie de la letra las recomendaciones por peso y se basa principalmente en las sensaciones. Así, por ejemplo, un corredor de 85 kilos que quiera una zapatilla reactiva podrá calzarse sin problemas estas nuevas Air Zoom Pegasus 33. Al igual que un corredor de 68 kilos que quiera mucha protección para sus rodillas sacará mucho más partido a una Air Zoom Vomero 11.
En lo que a cambios se refiere una de las partes que más sorprende es la suela. Acostumbrados a la suela “tipo gofre” clásica de Nike, los nuevos pentágonos y estrías de flexión rompen con el esquema tradicional con un principal objetivo: aumentar la reacción de la zapatilla con una única estría de flexión que recorre la zapatilla para ejercer un impulso mayor en el momento del despegue. Esta nueva suela ofrece mucha más adherencia y su goma reciclada está encargada de resistir mejor la fricción con el paso de los kilómetros. También destaca el nuevo crash rail o zona externa de la suela en la que vemos tres partes divididas por numerosas hendiduras verticales que harán el aterrizaje mucho más suave sobre todo a los que hagan una entrada muy lateralizada.
La mediasuela es otra de las partes clave y aunque existen menos variaciones con respecto a la edición anterior los cambios son dignos de reseñar. El plato fuerte es el cambio a doble Zoom Air en el talón y en los metatarsos, lo que la convierte en un modelo más firme y reactivo pero también es el complemento perfecto para hacer aún más agradable la transición de la pisada, protegiendo cualquier zona en la que realicemos un impacto más agresivo y sin perder ese punch tan característico de los bloques de Air Zoom. La mediasuela está fabricada en Cushlon ST, un material más fuerte encargado de ayudar a esa reacción de la zapatilla. Con un drop de 10 milímetros (22 mm. en el talón y 12 mm. en la puntera) seguimos contando con la diferencia más común en los actuales modelos de entrenamiento, originando una menor exigencia de la musculatura posterior.
El corte, como siempre comentamos en este tipo de análisis, es la parte que más varía, tanto en el apartado estético como en el funcional. Lo que más llama la atención es la nueva estructura de los tensores Flywire que en esta versión no están totalmente libres como en la 32 sino que se entrecruzan con la malla para favorecer aún más la sensación de ajuste al pie. Estos tensores están cosidos a la mediasuela y se unen con los ojales de la zapatilla a lo largo de la zona del empeine. Dichos ojales han aumentado su número con respecto a su antecesora ya que se vuelven a los 2 ojales en el tobillo para ofrecer la opción de un mejor ajuste trasero con los distintos tipos de lazadas que aprovechan ese último ojal. En esa zona del talón encontramos el Heel Counter o contrafuerte, una pieza que rodea la parte trasera del tobillo para aportar estabilidad y buen soporte. En lo que respecta a la malla, la Engineered Mesh, la zona trasera ha visto aumentadas sus aperturas en forma de rombos para aumentar la visibilidad de la zapatilla con un mayor número de elementos reflectantes. Sin duda alguna, los corredores nocturnos agradecerán este detalle. Además de esa malla externa Nike refuerza todos sus modelos de gama alta con una especie de forro interno. Se eliminan costuras para evitar rozaduras o costuras que puedan provocar ampollas o molestias y aumenta la comodidad de tu pie dentro de la zapatilla. Otro detalle ya marcó la diferencia en el modelo anterior es la lengüeta cosida que, aunque no llega a ser algo tan radical como la Ultra Boost de Adidas o la Triumph ISO de Saucony, sí que evita movimientos incómodos durante la carrera.
Ser la zapatilla de running más vendida de la historia deja poco margen a mejorar dicho halago. Sin embargo, Nike trabaja más a destajo que nunca para cuidar los pequeños detalles de sus mejores zapatillas. Y la Nike Pegasus, con Mo Farah de embajador, es el mejor reflejo de lo que Nike lleva buscando desde hace tiempo. Una zapatilla perfecta para combinar entrenamientos largos a ritmos ágiles y series o competiciones a todo lo que nos den las piernas. Una zapatilla que ofrece tantas sensaciones positivas sólo con meter el pie tiene mucho que decir en acción. Y es que precisamente en el campo de batalla es como más a gusto se encuentra esta nueva Nike Air Zoom Pegasus 33. Firme, reactiva, con muy buen ajuste y válida para muchos tipos de entrenamiento. Una zapatilla que, a menos que el próximo presidente de los EEUU quiera regalar Nike a un país tercermundista, tiene signos de convertirse en leyenda.
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