Muchos son los factores a tener en cuenta para acertar con la elección de tu calzado de running. La superficie por donde corres, el peso del usuario, el tipo de entrenamiento que se realiza más a menudo… Sin embargo, todavía se tienen en cuenta determinadas variables que no sólo no son determinantes en la decisión sino que encima nos hacen alejarnos de la elección correcta. Por mucho que existan foros y tiendas especializadas en calzado de running que nos ayudan con sus consejos, por mucho que exista información sobre la importancia de cuidar las articulaciones y la musculatura con una buena zapatilla y por mucho que sea la pieza angular sobre la que se basa el atletismo todavía existe gente que da prioridad a determinadas características a la hora de seleccionar su zapatilla. Aquí están los 7 pecados capitales a la hora de elegir tu calzado de running.
Precio
Lo barato sale caro es una expresión bastante conocida. Sin embargo, lo más caro no tiene porqué ser mejor. Aunque las buenas zapatillas están en una determinada horquilla de precios, no siempre es necesario irse a las zapatillas de más precio para garantizarnos una buena amortiguación y una buena protección. Cada uno ha de elegir lo que realmente necesita y por eso existe una determinada recomendación de pesos en cada modelo de zapatillas. Si eres un corredor ligero no tendrás necesidad de irte a las zapatillas con mayor amortiguación por lo que ahorrarás dinero eligiendo zapatillas de una gama menor. Existen casos en los que corredores de pesos bajos que utilizan unas zapatillas con excesiva amortiguación tienen una mayor cantidad de problemas al no utilizar una zapatilla adecuada para ellos (la zapatilla pesa más porque amortigua más, es más rígida porque está diseñada para pesos mayores, etc.). Otro caso son los corredores de pesos más altos que necesiten más amortiguación y estabilidad. En esa categoría sí se encuentran las zapatillas más caras, por lo que en esos casos la inversión sí tiene una justificación de utilidad.
Peso de la zapatilla
Mucha gente se queda sorprendida de lo ligeras que son determinadas zapatillas. Otros muchos incluso exigen que su zapatilla tenga que ser ligera. Los modelos de pesos bajos (todo lo que sea menor de 260 gramos en hombre y 200 en mujer) suelen tener unas características diferentes a las zapatillas que se utilizan para salir a correr varios días por semana. Y es que aunque estén catalogadas como zapatillas para correr suelen ser modelos minimalistas (Nike Free) o zapatillas ‘voladoras’ recomendadas para entrenamientos más explosivos (series, cuestas…) o días de competición. Por norma general el tipo de zapatilla que todos debemos tener se cataloga de entrenamiento y nunca una diferencia de 20 ó 30 gramos debe hacer decantar la balanza a un lado u otro. Sin que suene ofensivo, sale más rentable quitar unos cuantos gramos a nuestros michelines que a la zapatilla.
Color
El color de la zapatilla es una de las variables que más condiciona la elección de la zapatilla. Que la zapatilla sea bonita, que sea de un color diferente a las que ya tenemos o que nos haga juego con las nuevas prendas técnicas que nos hemos comprado son varios casos en los que las características y beneficios de la zapatilla pasan a un segundo plano. En varias ocasiones hemos tenido el caso de clientes que tras realizarse el estudio de pisada y tener un tipo de pisada determinado se han acabado llevando una zapatilla completamente diferente a la necesitada sólo por la variable del color, con los consiguientes riesgos que ello conlleva para el desgaste de las articulaciones. El color es la única característica que no afecta al rendimiento de la zapatilla por lo que nunca debe condicionar el resto de variables. Además, tras un mes de uso, entre lluvias, polvo y demás materiales que nos encontramos por el pavimento, poco rastro queda del color original. Y más si hablamos de esos colores fluorescentes tan de moda…
Consejos/Recomendaciones
Mucha gente que está empezando a correr basa sus recomendaciones en lo que le pueda decir su amigo que lleva corriendo 3 años, un compañero de oficina que ha hecho un maratón o su cuñado que corría cuando era joven. Es obvio decirlo pero lo que a unos les funciona no tiene porqué funcionarle a todo el mundo. Existen muchas variables que nos diferencian (peso, ritmo, técnica, horma del pie) además de nuestras diferentes preferencias y gustos por unas determinadas sensaciones. Además, también hay que tener cuidado con dónde se compran las zapatillas. Tiendas que se dedican a todos los deportes no tienen los mismos conocimientos de los productos que tiendas especializadas. Suelen guiarse por los modelos disponibles en stock con independencia de las necesidades del corredor. En una tienda especializada como la nuestra, Deportes Evolution, nuestros compañeros se conocen al detalle cualquier característica y tecnología utilizada en cada zapatilla además de que para cualquier compra de calzado se regala un estudio en el que se averiguan datos de mucho interés para la futura recomendación (lesiones en el pasado, deportes practicados, tipo de entrenamiento, superficies, etc.).
Versiones del modelo
Muchos modelos tienen 10 ó 20 versiones en su haber y cada año las marcas reeditan una nueva versión. En la mayoría de los casos las características principales del modelo no cambian (cantidad de amortiguación, tipo de pisada, categoría de la zapatilla…), pero se producen determinados avances para incitar a la gente a comprarse el nuevo modelo en lugar del antiguo. Estos cambios pueden no ocasionarte ningún problema o sí, dependiendo de lo que se varíe. Consulta una tienda especializada para que te cuenten los cambios más significantes y pruébala. En muchos casos los cambios de horma nos juegan una mala pasada con la talla y es posible que tengamos que cambiarla por la nueva manera en la que ajusta la zapatilla.
Marca
No existe una marca que por poner el logo en un modelo haga a esa zapatilla mejor de lo que era antes. Todas las marcas trabajan diferentes gamas y que una gama más sencilla te haya creado problemas no quiere decir que esa marca no se adapte a ti. Simplemente los productos de menor calidad funcionan peor y hubiera pasado lo mismo con cualquier otra marca. Las comparaciones entre marcas se deben hacer con los modelos de la misma calidad. Es decir, si quieres comparar Asics con Nike deberás coger 2 modelos del mismo PVPR (precio de venta al público recomendado) y con la misma pisada para que tus sensaciones tengan una base. A la larga, la mejor forma de definir qué marca nos viene mejor es probando varias de ellas y quedarnos con la que mejores sensaciones y rendimiento nos aporta.
Publicidad
Esta característica está muy ligada a la de la marca, pues existen determinadas compañías que basan un porcentaje muy alto de su éxito a la publicidad y el marketing. Comprarse el último modelo que acaba de salir con los mejores avances tecnológicos del mercado no es garantía de éxito, ya que es una variable que únicamente depende del momento que eliges para comprar la zapatilla para que sea uno u otro modelo el último en salir. Modelos que ya tienen un prestigio y se venden con continuidad no tienen detrás una inversión tan alta como las nuevas ediciones y a la larga tienen una mayor garantía de éxito.