Los grandes cambios llegaron con la Nike Air Zoom Vomero 12, en la que la suela y media-suela se rediseñó por completo. El rediseño funcionó, haciendo de esa Nike Vomero la mejor de toda la saga. Ahora toca cambiar con la llegada del nuevo año y Nike –con buen criterio- ha decidido dejar las cosas casi como estaban.
Y decimos “casi” porque aunque son pocos y no muy profundos, si que existen algunos cambios que hacen de esta Vomero 13 algo así como una Vomero 12 mejorada.
Las virtudes de esta nueva Vomero 13 son todas las que ya encontrábamos en su antecesora: generosamente amortiguadas y con bastante recorrido al tiempo que mantenían bien el tipo en estabilidad y respuesta. Van dirigidas al corredor devorador de kilómetros con pisada neutra o usuario de plantillas y son muy adaptables a diferentes pesos, ya que tienen amortiguación más que suficiente para pesos altos pero un tacto blando y recorrido que permiten aprovechar esa amortiguación a los corredores de menos peso.
Veamos al deltalle las características de esta nueva Vomero 13:
Media-suela
Fue una de las partes a las que más atención se prestó en la Vomero 12 y se ha mantenido en esta Vomero 13. El conjunto de tres tecnologías ha conseguido la mejor amortiguación de todas las generaciones de Vomero que llevamos hasta ahora.
Contamos con la presencia del Cushlon, que en este caso hace de estructura externa, albergando en su interior los otros compuestos. Su misión es no solo absorber el impacto, sino dotar de estabilidad a la zapatilla gracias a su buena resistencia a la torsión.
En el interior encontramos el Lunarlon, material patentado por Nike hace casi 10 años y que sigue estando entre los mejores del mercado en cuanto a comodidad y tacto. Su capacidad de absorción de impacto es muy buena y además dota de un tacto muy confortable a cualquier zapatilla que utilice este compuesto.
Por último cuenta con dos cápsulas Zoom Air, una en el talón y otra bajo los metatarsos. Esta tecnología de aire encapsulado aporta reactividad además de amortiguación, ya que la cápsula sometida a presión devuelve energía cuando levantamos el pie del suelo, ayudando así al impulso.
Pero realmente lo más llamativo de esta media-suela no es la mera presencia de tres tecnologías por separado, sino lo bien que trabajan juntas, consiguiendo un conjunto homogéneo donde cada parte hace su función en colaboración con las otras.
El resultado final es el que mencionábamos antes: tacto blando, recorrido generoso de amortiguación y buena estabilidad. Es decir, todo lo que le puedes pedir a la media-suela de una zapatilla de running.
Las medidas son idénticas a las de su antecesora, con 29 mm de altura en el talón y 19 mm en los metatarsos, dando como resultado un drop de 10 mm.
Suela
La suela es la otra parte que se mantiene inalterable con respecto a la versión anterior. Llama la atención por su tacto bastante blando, que se percibe incluso tocando la suela con la mano. Lo cierto es que finalmente aguanta bastante bien el desgaste, sin ser un prodigio de durabilidad, al menos está al nivel de sus competidoras.
Sin duda, su gran cualidad es el agarre y la flexibilidad que aporta el blown rubber, aportando incluso algo de absorción de impacto y trabajando muy bien con la media-suela.
La parte del talón hace más concesiones a la durabilidad, olvidándose del blown rubber y optando por el BRS 1000, clásico compuesto de la marca americana que se sitúa en las zonas de mayor desgaste, ofreciendo la garantía de que la Vomero 13 aguantará bien el paso de los kilómetros.
El diseño de gofre (Waffle) de la suela es también un clásico de Nike, habiéndose convertido en una seña de identidad, pero lo cierto es que el motivo por el que esta suela se repite en tantos modelos es porque funciona, aporta una flexibilidad muy adecuada al pie, pero llegando al punto justo en que perderíamos estabilidad, sin llegar a sobrepasarlo.
Upper
Llegamos a la parte superior y aquí si apreciamos cambios, que sin ser profundos, ayudan a pulir un poco el upper de la versión anterior.
El Flymesh es algo menos tosco que en la Vomero 12, tiene un aspecto y un tacto más suaves, aunque la idea sigue siendo la misma desde hace varias temporadas: acercarse lo máximo posible a la comodidad y transpirabilidad de un calcetín pero con la sujeción que aporta un upper con todas las de la ley. Desde luego Nike lo consigue y cada año pule un poco más su creación.
Uno de los puntos destacables de la Vomero viene siendo desde hace años su sujeción del empeine, confortable y firme al mismo tiempo, y en ello tiene mucho que ver la presencia del Flywire, los conocidos tensores que se unen a los cordones a la altura de los ojales. En esta Vomero 13 vemos como se ha prescindido de los finos tensores de la versión anterior, que eran más cercanos al grosor de un hilo. Esta vez se han engrosado, lo que podría parecer un paso atrás no es más que una apuesta por la simplificación, consiguiendo la misma capacidad de ajuste de la Vomero 12 pero un reparto de tensión algo más homogéneo.
Otra novedad es la protección de material sintético del contrafuerte, que está colocado por la parte exterior y se prolonga hacia delante por los laterales de la zapatilla, haciendo la horma algo más firme y envolvente, algo que podría comprometer algo la ventilación, aunque esta Vomero 13 no parece que vaya a tener problemas en ese sentido.
Conclusión:
La Vomero 13 es un modelo tope de gama con todas las letras. Por algún motivo no tiene la aceptación de las “vacas sagradas” del sector como pueden ser la Asics Nimbus o la Brooks Glycerin, pero comparadas punto por punto, la Vomero no tiene nada que envidiarlas en prestaciones ni calidad.
Algunos corredores tienen la idea preconcebida de que “Nike no hace zapatillas para correr, son más de moda”, pero puede que la mayoría de esos corredores no han tenido la ocasión de poner los pies dentro de un modelo como la Vomero, en cuyo caso la opinión sería bien diferente.
En cuanto a los usuarios que pueden sacar partido a este modelo, lo cierto es que el abanico queda bastante abierto, ya que su amortiguación y estabilidad la hacen válida para corredores ligeros y moderadamente pesado, consiguiendo ambos sacar buenas prestaciones.
Su pisada es neutra compatible con usuarios de plantillas, que encontrarán en la Vomero 13 una superficie adecuada para que sus órtesis se adapten con facilidad.
Es básicamente una zapatilla de entrenamientos de fondo, pero no es totalmente descartable para algunos rodajes más vivos ya que las cápsulas Zoom que equipa la dotan de cierta capacidad de respuesta que se nota en los cambios de ritmo.