Cuando una marca decide cambiar drásticamente uno de sus modelos suele ser por dos motivos: no gusta y por tanto no se vende o cambiar simplemente por innovar y que el corredor perciba las “ganas” de la marca de seguir mejorando su producto. Sin ánimo de ponernos filosóficos, lo que si tenemos claro es que Nike ha pensado que ha llegado el momento de darle un cambio a su modelo tope de gama con control de pronación. Sobre el papel, la jugada no está mal: toman la base del concepto Zoom que tan buenos resultados les está dando en sus Vomero, Pegasus y Structure mientras el upper continúa con el diseño de la gama Lunar (Flywire, clip de sujeción en el talón y malla Flymesh). El resultado no es otro que la Nike Air Zoom Odyssey.
Entonces, ¿es totalmente nueva?
Sí pero no. Las tecnologías que utiliza las habíamos visto en otros modelos de la marca, pero el uso conjunto de todas ellas y la forma en que se usan sí que es una novedad. Vamos a poner el acento en las zonas donde hay más novedades:
En la mediasuela encontramos el sistema Cushlon, que es el nombre que Nike le da a su 
compuesto de goma EVA. Como en los demás modelos que lo llevan, podemos contar que dota a la zapatilla de una gran capacidad de amortiguación, pero haciendo que la respuesta en el momento de la impulsión sea más bien perezosa. Ahí es donde entra el siguiente sistema presente en la mediasuela, las cápsulas Zoom, en concreto dos unidades, una en el talón y otra bajo los metatarsos. Estas cápsulas de material más firma contribuyen a mejorar el impulso de la zapatilla en el momento de levantar el pie del suelo.
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Otra de las mayores novedades la encontramos en la manera de controlar la pronación. Por un lado tenemos una triple densidad de la espuma EVA (el mencionado Cushlon) que va de más a menos firme según vamos desde la parte interna del pie hacia la externa, estando además cada capa colocada en forma de cuña de tal modo que el pie no perciba el cambio de una a otra. Este sistema se refuerza además 
con la plataforma Dynamic Support que ya habíamos visto en el modelo Structure 18, con la diferencia de que en esta nueva Odyssey se prolonga hacia el primer metatarso –en la Structure llegaba hasta el comienzo del arco plantar- consiguiendo un mejor comportamiento para los pronadores tardíos, es decir, aquello que tienen mayor tendencia a pronar durante la fase de impulsión. Para el resto de pronadores sigue teniendo un buen comportamiento, ya que se mantiene también el control cerca del talón. Entre los modelos con los que compite la nueva Odyssey (una de las categorías con mejores zapatillas del mercado) destaca la variedad de sistemas utilizados para corregir la hiperpronación en la pisada. Mecanismos desde la doble densidad de Asics en la Gel Kayano, el Wave plástico en la Mizuno Paradox o el sistema de guías de la Brooks Transcend. Variedades para todos los gustos.
En cuanto al upper, tiene mucho en común con sus hermanas de la gama “Air Zoom”. Vemos la malla Flymesh que ha sido un gran éxito en cuanto a transpirabilidad y duración, además de los tensores Flywire que mejoran el ajuste en el empeine, siendo ahora planos para reducir el riesgo de fricción al tensar los cordones. La mayor novedad en esta parte viene con la inclusión del clip de talón, heredada de la familia Lunar y que definitivamente tiene mucho sentido en este modelo destinado a controlar la pronación.
Soy hiperpronador y me gusta Nike. ¿Qué opciones tengo?
¡Pues me la compro!
¡Pues harás bien! Y lo harás porque este modelo ha heredado rasgos positivos de las dos familias de calzado de las que proviene (Air Zoom y Lunar) dando lugar a una zapatilla de entrenamiento muy bien amortiguada, resistente al paso de los kilómetros, ligera (317 gramos en talla 10 US-44 EUR) y con una respuesta muy digna cuando queremos comenzar a apretar el ritmo.
El buen ajuste es uno de sus puntos fuertes y el diseño del control 
de pronación es un gran acierto, proporcionando estabilidad pero sin la sensación de presión que se perciben en otros modelos con control de pronación. Un corredor a partir de 75 kilos que necesite tener su exceso de pronación a raya y que prefiera prescindir de plantillas encontrará una aliada en esta Odyssey. Como apunte, hay que saber que mantiene un drop de 12mm, algo quizá en desuso pero que beneficia enormemente a corredores talonadores y/o con problemas de sobrecargas en gemelos, sóleos o tendón de Aquiles.
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