La marca Brooks es una realidad en nuestro país y aunque no la veamos en tablones de publicidad gigantes en los sitios más céntricos de cada ciudad, sin hacer mucho ruido ya es muy fácil ver cualquiera de sus zapatillas por las callejuelas más dispares. La filosofía de Brooks la representa una frase que un día contó un cliente: “Brooks se gasta en publicidad en un año lo que XXXXX en un día”. No sabemos a ciencia cierta si los números cuadran esa afirmación, pero lo que nadie le puede quitar a la marca estadounidense es que su prioridad es la calidad en sus productos, por encima de la estética y el autbombo. Y el mejor ejemplo de ello es su nueva Brooks Glycerin 13, una pequeña evolución del modelo anterior que para gozo y disfrute de sus fieles apenas tiene cambios reseñables que puedan poner en riesgo su binomio.
Debido a que el modelo anterior introdujo cambios importantes, Brooks ha apostado por dar continuidad a esos retoques. El mejor ejemplo de que su gente está convencida de la calidad de su producto es que incluso estando en la categoría con más rivalidad (compite con la Nimbus de Asics, la Adistar Boost de Adidas o la Triumph de Saucony, entre otras) han optado por mantener el buen resultado que les dio la 12ª edición. Así pues, hablamos de una de las mejores zapatillas neutras de entrenamiento, ideales para corredores que quieran la máxima amortiguación o estén en pesos mayores a 75 kilogramos, que el confort y la estabilidad primen por encima de cualquier cosa, e incluso una de las mejores opciones del mercado para utilizar con plantillas.
Las tecnologías que destacan en la suela son:
Ideal Pressure Zones: consistente en 3 densidades en sus cauchos para mejorar la transición de la pisada. La intensidad del peso soportado en el talón, la mediasuela y la puntera no es la misma y estos materiales lo tienen en cuenta para graduar el impacto.
HPR Plus es el caucho de carbono principal y lo encontramos en la zona de mayor fricción. Está situado en las zonas que más roce tienen con el asfalto o cualquier otra superficie.
Blown Rubber es el otro compuesto que completa la suela. Sus propiedades radican en ofrecer un mejor agarre en cada pisada y se sitúa en punteras y zonas de mayor superficie de apoyo.
Omni Grooves es una tecnología que trabaja en consonancia con la mediasuela ya que facilita la flexibilidad total de la zapatilla.
Podemos encontrar en la mediasuela varias de las tecnologías más importantes:
SuperDNA es el principal material dirigido a 
amortiguar el impacto. Lo encontramos en la totalidad de la mediasuela, lo que hace que este modelo sea el que más absorción ofrece de toda su historia. Se trata de un material que ofrece un tacto suave cuando vas a ritmos cómodos que se endurece para dar una mayor respuesta a ritmos más altos. Una amortiguación inteligente.
Rounded Heel (Talón redondeado) es una de las tecnologías por las que están apostando muchas de las principales marcas. Se trata de ampliar la abertura del collarín de la zapatilla para que el ajuste sea más intenso en las zonas donde cada pie lo necesita.
Caterpillar Crashpad son pequeñas particiones de la mediasuela para mejorar la flexión de la zapatilla, aumentando la cantidad de amortiguación según nuestras presiones y mejorando la estabilidad en la pisada.
Omega Flex Grooves es la tecnología directamente unida a la suela que, basándose en la forma de la letra omega, aumenta la flexibilidad de la zapatilla sin comprometer la estabilidad y la amortiguación.
En la zona de la malla superior o corte se albergan varios de los siguientes avances:
Element Mesh es el material principal de la malla que aporta una transpiración y una ventilación del pie extra para evitar la acumulación de humedad en su interior.
3D Fit Print Overlays son tensores estratégicamente localizados para aumentar la seguridad del ajuste y sustituye a las costuras que aumentan las posibilidades de rozaduras y fricciones en el pie.
Adjustable Saddle Construction está diseñado para mejorar el ajuste de la zona del mediopié y el empeine, pudiendo personalizar las presiones gracias al cordaje de cada zona.
Synthetic Overlays son recubrimientos sintéticos localizados en los puntos en los que es más importante un ajuste agradable y sin agobios.
La conclusión a la que llegamos con ese análisis es que si algo funciona, ¿para qué lo vamos a cambiar? Esto es lo que han pensado los diseñadores de Brooks que, ante la buena acogida que tuvo su última versión han apostado por mantener lo que ha hecho que tantos y tantos corredores (cada vez más en España) han disfrutado en sus pies. Hablamos de una zapatilla que se nota suave y agradable en cada pisada sin llegar a ser muy blanda, de un peso relativamente ligero para la cantidad de amortiguación que alberga, con una horma lo suficientemente ancha para poder colocar cualquier tipo de plantilla, con muy buen ajuste a lo largo de las diferentes partes del pie y muy versátil a la hora de entrenar a diferentes ritmos de carrera. Puede que el no tener ninguna característica en un extremo haya hecho que en el término medio esté la virtud. Lo que sí está claro es que si la gente de Brooks se ha centrado en trabajar en otras cosas lo que a día de hoy ofrecen en la 13ª edición de su zapatilla más prestigiosa es lo mejor que tienen. Y eso, viniendo de quien viene, no es cualquier cosa.
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