Correr para siempre es la utopía que todo corredor querría cumplir. Que nuestros pobres pies y rodillas nos permitieran correr hasta el fin de los días. ¿Y eso cómo se consigue? Pues indudablemente una buena genética y mucha constancia son imprescindibles pero no está demás, desde luego, un buen calzado con una buena amortiguación. Y eso es lo que nos presenta la nueva Saucony Triumph ISO 2 con su nueva espuma de amortiguación denominada Everun, que es la evolución del archiconocido PowerGrid. Saucony nos garantiza con esta nueva tecnología un 83% de retorno de energía (medido mediante un dispositivo de impacto electromagnético que mide tanto la energía absorbida como la velocidad de recuperación) y 3 veces más durabilidad (se mide la capacidad de recuperación de la espuma después de 100.000 cargas de presión dinámicas). ¿Y cómo lo consiguen?
Pues bien, el compuesto de la media suela ya no es de EVA, sino de TPU, es decir poliuretano termoplástico, que se caracteriza por su alta resistencia a la abrasión, al desgaste, al desgarre, al oxígeno, al ozono y a las bajas temperaturas y con muy buenas propiedades mecánicas respecto a la absorción de impactos y recuperación de energía dinámica. Estructuralmente la media suela se compones de una superposición de cuatro capas de este material, pero de distintas densidades en función de las necesidades de confort, absorción, propulsión o de estabilidad. De hecho el nuevo Ever Run ha hecho desaparecer de la media suela el tradicional SRC situado en la zona externa del talón. Ya que no es necesario al poseer distintas densidades y cualidades mecánicas el nuevo material de TPU.Con todo esto podemos observar que Saucony está a la vanguardia en cuanto a I+D.
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UPPER
En estas Saucony Triumph ISO 2, la marca americana intenta mejorar aún más el 
ajuste y el confort dando unos retoques a ISOFit, uno de los puntales en las ISO Series y que además da nombre a la gama. La sensación que busca Saucony es la de calzar estas zapatillas como si fueran calcetines. ISOFit es un ajuste dinámico por medio de unas tiras flexibles que recorren ambos lados de la zapatilla por toda la zona del empeine. Estas tiras están conectadas por medio de los cordones de tal manera que cuando tiramos de ellos para cerrar la lazada, consiguen que la zapatilla se ciña y se adapte mejor a la forma del pie. En esta ocasión son unas tiras generosas en tamaño que garantizan la sujeción del pie, aunque en un leve detrimento de la transpirabilidad (sólo en la superficie que ocupa), ya se sabe que para ganar en unos aspectos a veces hay que ceder en otros… ISOFit también es la configuración de la doble malla, más tupida en unas zonas y más abierta en otras, dependiendo si se busca más ajuste o mayor transpirabilidad.
La zona de los dedos está protegida gracias a unos refuerzos que están termoselllados para evitar utilizar costuras (quienes sufran de ampollas en los dedos agradecen este tipo de acabados que son menos lesivos con las rozaduras). Lo que no incorpora es un refuerzo para la zona del dedo gordo. En el talón encontramos el Support Frame, q
ue es el contrafuerte que abraza el tobillo para darle estabilidad en el momento de impactar. Es una pieza de plástico que recorre, por detrás, todo el exterior del tobillo (esta solución en unos modelos es visible, en otros, no). Para el interior de la zapatilla, Saucony conserva la tecnología RunDry, cuya función es elevar el nivel de comodidad gracias a que abraza cómodamente el tobillo y el empeine a la vez que facilita mantener el pie seco y ventilado.
SUELA
Tri-Flex es la nueva configuración de la suela, con la que Saucony busca mejorar el contacto con el suelo y un rodar más suave. Saucony Triumph ISO 2 se caracteriza por tener su suela construida con dos materiales: iBR+™ (Injection Blown Rubber) y XT–900. Aunque ambos estén en contacto con el suelo, la respuesta que dan no es la misma.
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En las zonas de mayor abrasión, de mayor desgaste y donde más sufren las suelas, Saucony dispone el material XT-900. La gracia de XT-900 es que uno de sus componentes es el carbono y es el que da esa resistencia a la abrasión. XT-900 lo encontramos en el talón y en la puntera, como hemos dicho, las zonas de mayor desgaste. En cambio, iBR+ es un concepto 
totalmente diferente. Su lugar de trabajo por antonomasia en la zona metatarsiana. Allá proporciona dos grandes beneficios: mejor tracción y mejor amortiguación. ¿Por qué? Porque es un material algo más blando, menos durable que XT-900, pero que aporta un extra amortiguación gracias a esa menor dureza y que además mejora la impulsión, dado que los materiales blandos se agarran mejor al firme. Podemos concluir que estamos hablando de una zapatilla de entrenamiento con unas cualidades excelsas en cuanto a confort y rendimiento. Una zapatilla que se adapta a todo tipo de ritmos, desde los más lentos a los que rueden a ritmos más exigentes, las nuevas Triumph ISO 2 harán un auténtico alarde de estabilidad y reactividad. Ideales para corredores neutros o usuarios de plantillas, que quieran una zapatilla estable y ligera, para todo tipo de distancias con unas prestaciones insuperables. Y como diría un crítico culinario sólo nos queda decir “bon appetit”.
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