Cuando llegó nos costó un poco ubicarla en la gama de la marca japonesa. Teníamos la Prophecy y la Creation como modelos de gama alta para corredores pesados y la Rider como opción para los más ligeros. ¿Había hueco para la nueva Enigma? Por suerte aquel 2011 ya queda lejos en la memoria y en el 2015 nos encontramos con que Mizuno dio una vez más en el clavo: habían conseguido una rival digna de plantarle cara a las “vacas sagradas” como la Asics Nimbus, Brooks Glycerin o Saucony Triumph, y todo ello respetando la esencia de Mizuno a la hora de fabricar zapatillas de correr.
¿Qué hay de nuevo, Enigma?
Pues hay una nueva vuelta de tuerca en la media-suela. Pasamos de tener un único compuesto de goma EVA a tener dos. La parte inferior se beneficia de un nuevo compuesto llamado U4icX, diseñado para mejorar el retorno de energía de la versión anterior y lograr así una mejor respuesta y una transición de pisada más fluída.
En la parte superior de la media-suela sigue presente el U4iC, más ligero y amortiguado que el 
compuesto Ap+ de las versiones más antiguas. Además de estos dos compuestos, también se ha colocado una capa de goma EVA justo debajo de la plantilla, aumentando la capacidad amortiguadora. El sistema Wave continúa inalterable, no solo en este modelo, sino en la práctica totalidad de la gama de Mizuno, siendo ya una verdadera tarjeta de visita, algo que hace inconfudibles las zapatillas de la firma nipona. ¿Hay sistemas mejores? es posible…pero como hemos dicho, Mizuno ya no entiende sus zapatillas sin Wave.
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¿Todos los cambios quedan en la media-suela? Pues no. De hecho el primer vistazo nos hace ver que el upper ha sido objeto de un buen rediseño. Vemos que se ha colocado la malla Airmesh, mucho más ventilada que la versión anterior pero que además cuenta con otra capa por debajo, aportando resistencia al desgaste.
Pero…¿y si dejamos lo que funciona?
Pues eso pensaron en Mizuno. La esencia de la Enigma se mantiene inalterable, una zapatilla con una estabilidad bestial, buena amortiguación y que se desenvuelve de maravilla en rodajes a ritmos estables entre 4:45 y 5:30 min/km.
Dentro de lo que se mantiene, seguimos viendo en la suela la tecnología X10, un caucho de 
carbono situado en las zonas de mayor fricción para minimizar el desgaste. La plataforma Wave Extended, que tiene gran parte de la responsabilidad de la estabilidad de esta Enigma 5. El U4IC, la espuma EVA que ya venían utilizando en otros modelos y en versiones anteriores de la Enigma con grandes resultados. Como hemos visto antes, se combina con el nuevo U4ICX. La tecnología Smoothride, que son todos esos pequeños detalles que parecen no tener importancia pero que son los que dan el “feeling” de una zapatilla: geometrías, estrías de flexión…
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¿Qué voy a notar si corro con ella?
Si has leído hasta aquí y eres un potencial usuario de esta zapa (más de 75 kg, neutro o plantillero, aficionado a las grandes kilometradas), que sepas que te encuentras ante la mejor Enigma de todas las fabricadas hasta ahora. Las primeras versiones eran ultra-estables, bien 
amortiguadas y con el buen ajuste clásico de Mizuno, pero no eran las zapatillas con mejor respuesta del mercado, costaba exprimirlas para sacar ritmos por debajo de 5 min/km, y eso limitaba su uso. Al llegar a esta 5ª edición comprobamos con agrado que se ha mejorado la respuesta, merced al uso de las dos capas de material en la media-suela. No penséis que se ha convertido en una zapa de competición, pero ahora sí que se deja llevar con más docilidad a ritmos de hasta 4:30 min/km y usuarios con pesos rozando los 75 kg, que antes notaban que estaban subidos en una piedra, ahora percibirán a cada zancada como la amortiguación trabaja bien para su peso.
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